PROPIEDADES MÁGICAS DEL HELECHO Y SU USO EN EL ESOTERISMO
Las propiedades mágicas del Helecho son la protección personal y del hogar tanto de envidias, espíritus, mal de ojo…
Ingerido es venenoso y ha sido utilizado tradicionalmente como desparasitante.
Es una planta cargada de significado espiritual y mágico y por ello es, dentro del ámbito de las plantas y hierbas, muy utilizada en hechizos y rituales de protección.
A nivel mágico, espiritual y esotérico, dentro de la botánica oculta, el helecho está regido por Saturno. Este aspecto lo tendremos en cuenta a la hora y día de recogerla, hacer el oleato, el ungüento o el ritual. Los árboles y plantas están regidos a nivel energético por los planetas. Cada planeta tiene asignadas diferentes días dentro de la semana y diferentes horas dentro de cada día. Para obtener más información sobre los días de la semana te recomiendo consultar «los días de la semana en el esoterismo«.Para conocer las horas de cada planeta a lo largo del día lo encontrarás detallado en: Las virtudes de los dias, las horas y los planetas
Deva, La Diosa del amor y los sentimientos, la tiene como una de sus favoritas. Se encuentra en todos los bosques adornando las márgenes de los ríos y el entorno de las fuentes, por encargo de la Diosa.
El Helecho macho forma parte de las 7 Hierbas que se emplean tradicionalmente en Galicia en el Ritual «Hierbas de San Juan». Este Ritual se celebra la noche de San Juan, aunque en origen, era un ritual con el que se celebraba y se realizaba la protección y limpieza tradicional del solsticio de verano. Si quieres saber más sobre este maravilloso ritual puedes ver un video descriptivo de el ritual de las hierbas de San Juan en youtube. Pero si quieres profundizar en el significado y la simbología de cada paso, te recomiendo consultar El artículo completo sobre el Ritual «Herbas de San Xoan».
Y si quieres conocer algunos de los rituales más característicos de esta noche de San Juan o del Solsticio de verano, te invito a escuchar el podcast de un café con las brujas: «Rituales del solsticio de veranos y de la noche de San Juan«
Pero también el Helecho «hembra» tiene propiedades mágicas: en euskera (País, Vasco) es llamado «Sorginira» o “helecho de las brujas” (Athyrium filix-femina).
En Rusia, se creía que los secretos y los castillos serían revelados a la persona que encontraba las flores del helecho.
Tiene un carácter transmutador, ya que atrae la lluvia en épocas de sequía.
Se usa para la limpiezas energéticas del hogar. Por su capacidad de ahuyentar y proteger de energías negativas
Puedes utilizarlo también como amuleto para que sus hojas nos guíen y den sabiduría para tomar nuestras decisiones.. Hay una leyenda griega al respecto, que dice que estarás protegido, pero si llevas la hoja de helecho encima serás perseguido por las serpientes.
Famoso entre otras cosas por atraer la belleza y la juventud en las mujeres, cuidar la salud y es un excelente canal natural depurativo para desengaños, tristezas amorosas y todo lo relativo en cuando a la depresión. Combate la soledad y brinda gran consuelo.
LEYENDAS DEL HELECHO
LEYENDA DEL HELECHO
Según la leyenda, la planta se originó de la diosa Venus, quien dejó caer un rizo de su cabello. Según otra versión, la niña cayó de un acantilado, y allí apareció un manantial, y su hermoso cabello se convirtió en una hoja de helecho, que se parece al ala de un pájaro.
LEYENDA DEL HELECHO Y EL BAMBÚ
La fábula del helecho y el bambú nos habla de un hombre que pasaba por una mala racha. Él era carpintero y le iba muy bien. Todo comenzó cuando a su poblado llegó una gran empresa que fabricaba muebles. Tenían mucho dinero, excelente maquinaria y bastante personal. Pronto se convirtieron en una verdadera sensación en el lugar.
La fábrica hacía los muebles en tiempo récord. También los elaboraba con muy buena calidad. Por si fuera poco, los vendía a precios más bajos que el carpintero. Las cosas empezaron a ser cada vez peores para él. En apenas un par de meses ya sabía que iba rumbo a la quiebra. Esto lo angustió.
Para colmo de males también comenzó a tener dificultades con su esposa. Ella era maestra de escuela y su salario no alcanzaba para sostener a los tres chicos que tenían. El carpintero intentó buscar un nuevo trabajo, pero no lo conseguía. Su esposa lo recriminaba y esto al final también afectó a los niños, que comenzaron a tener problemas con sus ESTUDIOS.
El carpintero de nuestra historia estaba verdaderamente desesperado. Cada vez tenía menos dinero. También menos energía y menos optimismo. Su mente comenzó a cerrarse. No veía ninguna solución. Lo único que se le ocurrió un día fue ir a dar un paseo por un bosque cercano, para tratar de poner en orden sus ideas. Estaba a punto de conocer los secretos del helecho y el bambú.
Había caminado una media hora por el bosque, cuando se encontró con un anciano amable que lo saludó. Tenía una casa humilde y al ver al carpintero lo invitó a pasar para que tomaran un té. Notó la preocupación en su semblante y le preguntó qué le pasaba. El carpintero le relató sus desventuras, mientras el anciano lo escuchaba atenta y serenamente.
Cuando terminaron de tomar el té, el anciano invitó al carpintero para que fuera a un esplendoroso terreno que había en la parte trasera de la casa. Allí estaban el helecho y el bambú, al lado de decenas de árboles. El anciano le pidió que observara ambas plantas y le dijo que tenía que contarle una historia.
El carpintero estaba muy interesado en lo que el anciano tenía para decirle. Este último comenzó la narración. Esto dijo: “Hace ocho años tomé unas semillas y planté el helecho y el bambú al mismo tiempo. Quería que ambas plantas crecieran en mi jardín, porque las dos me resultan muy reconfortantes. Puse todo mi empeño en cuidarlas a ambas como si fueran un tesoro”
“Poco tiempo después noté que el helecho y el bambú respondían de manera diferente a mis cuidados. El helecho comenzó a brotar y en apenas unos meses se convirtió en una majestuosa planta que lo adornaba todo con su presencia. El bambú, en cambio, seguía debajo de la tierra, sin dar muestras de vida”.
El anciano continuó con su historia, mientras el carpintero lo escuchaba con mucho interés. “Pasó todo un año y el helecho seguía creciendo, pero el bambú no. Sin embargo, no me di por vencido. Seguí cuidándolo con mayor esmero. Aun así, pasó otro año y mi trabajo no daba frutos. El bambú se negaba a manifestarse”.
Prosiguió el anciano diciendo: “Tampoco me di por vencido después del segundo año, ni del tercero, ni del cuarto. Cuando pasaron cinco años, por fin vi que un día salía de la tierra una tímida ramita. Al día siguiente estaba mucho más grande. En pocos meses creció sin parar y se convirtió en un portentoso bambú de más de 10 metros ¿Sabes por qué tardó tanto tiempo en salir a la luz?”.
El carpintero pensó un momento, pero no supo qué decir. El anciano volvió a tomar la palabra y le dijo: “Tardó cinco años porque durante todo ese tiempo la planta trabajaba en echar raíces. Sabía que tenía que crecer muy alto y por eso no podía salir a la luz hasta tanto no tuviera una base firme que le permitiera elevarse satisfactoriamente. ¿Comprendes?”
El carpintero entendió el mensaje. Comprendió que a veces las cosas demoran, porque están echando raíces. Que lo importante es persistir y no perder la fe. Antes de despedirse, el anciano le regaló al carpintero un mensaje, para que lo guardara por siempre. Decía así: “La felicidad te mantiene dulce. Los intentos te mantienen fuerte. Las penas te mantienen humano. Las caídas te mantienen humilde. Los fracasos te mantienen sabio. El éxito te mantiene brillante”