27 Abril 2022
27 Abril 2022

27 Abril 2022

La predicción de hoy 27 Abril 2022 viene a través de la leyenda «La Esposa Grulla» que representa el 3 de espadas en el Tarot of The Divine.

Hace mucho, mucho tiempo, había un joven que vivía en la pobreza. Recogía leña en las colinas cercanas y un día, al volver de vender su leña en el pueblo, encontró una grulla en una trampa. Cuanto más se esforzaba la grulla por escapar, con más fuerza quedaba atrapada. “Calma. No te muevas”, susurró el joven. Cuando liberó al ave con un corte de su cuchillo, ésta salió volando hacia las colinas.

Cuando llegó a casa, ya era entrada la noche y hacía tiempo que llevaba nevando. Cuando ya se iba a acostar, llamaron a la puerta y abrió. “Siento molestarla tan tarde, pero me he perdido con esta ventisca”, dijo una joven de pie en la nieve. “¿Podría quedarme aquí esta noche?”. El joven aceptó de inmediato.

La nieve continuó cayendo durante el día siguiente y el siguiente. La joven siguió quedándose en la casa, cocinando, lavando. Y decidieron comprometerse y casarse.

Una mañana, la joven dijo que le gustaría tejer algo de tela. “Pero cuando esté en el telar, no mires dentro de la habitación para ver lo que estoy haciendo. Tienes que prometerlo”. Y el joven aceptó, a pesar de que era muy pobre.

La joven trabajó durante todo el día y hasta bien entrada la noche. El traqueteo del telar apenas cesó durante tres días enteros. Finalmente, a la tercera noche, la joven salió con un rollo de tela y dijo: “Lleva esto a la ciudad y véndalo mañana”. Era la tela más hermosa que la pareja de ancianos había visto jamás.

Al día siguiente, el joven fue a la ciudad con el rollo de tela. Cuando llegó a un acuerdo para venderlo, se asombró de la cantidad de dinero que obtuvo. El comerciante le presionó para que le prometiera que regresaría si volvía a tener una tela tan refinada. Cuando llegó a casa le preguntó a su mujer tímidamente si podía tejer otro rollo.

Una vez más, el traqueteo del telar llenó con su sonido la casa. Cuando el marido llegó a casa tarde la tercera noche, pensó: “Me pregunto cómo lo hace”. Justo entonces, la mujer sacó el segundo rollo de tela.

“Ya está, este es el último”, anunció a su esposo. En la penumbra, parecía haber encogido un poco. Pero después de venderlo a muy buen precio, al llegar a casa le preguntó si podía hacer solo uno más.

La mujer accedió. Cada día, el marido llegaba antes a casa después de recoger leña, pues estaba ansioso por ver el siguiente rollo de tela. La tercera noche, ansioso por saber cómo le era posible producir un material tan magnífico en su ordinario telar, sin mantener el pacto que había hecho con su esposa, decidió abrir la puerta.

Cuando empujó suavemente la puerta y se asomó a través de la rendija, observó un espectáculo extraordinario. Una grulla estaba arrancando sus propias plumas con el pico y tejiéndolas en el telar. Se quedó paralizado durante unos instantes, mirando al ave.

No tardó mucho en salir su esposa, con un aspecto más frágil que nunca. En silencio, entregó el tercer rollo de tela al marido. Luego se dio la vuelta. “Prometiste que no me verías trabajar, pero has roto tu palabra. Soy la grulla que salvaste de la trampa, y vine a mostrar mi gratitud. Pero no puedo seguir viviendo aquí”.

Salió de la casa y volvió a su forma original. Sin embargo, donde antes había estado bellamente cubierto de plumas cuando el hombre la encontró por primera vez en la trampa, ahora había zonas desplumadas. La grulla alzó el vuelo y, con un sonoro graznido, voló como una flecha hacia el horizonte.

 

Adaptación del texto de Richard Medhurst.