En el podcast de hoy vamos a hablar del desenlace, partida y tránsito de las mascotas. Este es hasta ahora mi episodio más personal, ya que voy a hablar de cómo yo he vivido la despedida por la partida de Kokeshi, mi pequeño gran tesoro. Y voy a referirme a ella como tesoro, porque este programa está dedicado a ella y a todos los seres con cuerpo animal que hacen parte de nuestro camino con nosotros, independientemente del cuerpo que hayan traído. Y por otra parte está dedicado a los que queréis aprender cómo acompañar a nuestros tesoros en ese final de su vida en esta tierra, independientemente también del vínculo que hayáis establecido con ellos, de madre, padre, amigo… En cualquier caso su partida, sigue siendo un aprendizaje. Lo importante es poder acompañarles hasta el final y poder vivirlo de forma calmada, sosegada y con conciencia y poder completar la tarea junto a ellos. Por ello está dedicado a todos los que queréis aprender de la vida, de esta parte de la vida, que es la muerte y poder acompañar a vuestros tesoros hasta el final, y que eso sea un aprendizaje que nos construya como seres.
02:25 LA IMPORTANCIA DE ACOMPAÑARLES EN EL DESENLACE
04:00 LA FAMILIA
10:00 EL DESENLACE Y LA PARTIDA, LA EUTANASIA
18:21 EL DOLOR
23:40 EL HERMANO KLAUDIO
26:36 RITUALES DE DESPEDIDA
29:20 SOLO ES UN PERRO
37:16 CUANDO LA VIDA PIERDE SENTIDO SIN ELLOS
Voy a comenzar por el momento en que ví que comenzaba a irse, que comenzaba su despedida. Aunque nadie alrededor lo veía, probablemente x mi capacidad perceptiva, supe que comenzaba el desenlace.
A partir de ese momento comenzó la preparación para que ella hiciera su tránsito. Y esto ha sido muy importante para mi, focalizar esta etapa en ella, porque si, es un cambio que a mí me afecta y a Klaudio también, pero era el momento de Kokeshi.
Comencé por explicarle que tenía que prepararse para lo siguiente, que su cuerpecito ya estaba muy exprimido. Y literalmente, es que Kokeshi ha exprimido la vida con cuerpo de perro!. En el libro «allá donde estés, explico con más detalles todo lo que hice en este proceso, aquí voy a dar rasgos generales, porque la partida de cada ser es individual, pero para los que queráis ideas o inspiraros, en el libro encontrareis más detalles.
Hablarles en esta etapa es muy importante, explicarles que va a pasar, cada uno en base a nuestra filosofía.
También fue el momento de hacer la recopilación de lo vivido, de ir metiendo todas las experiencias en una gran bola de cristal y ponerle un lazo enorme y guardarla en mi. De darle las gracias por todo lo que me había ayudado. Y esto, deberíamos hacerlo más a menudo.
Otra cosa que le agradecí enormemente fue haberme elegido.
Le expliqué lo amada que era desde que llegó.
Y que era el momento de partir.
Y estos 9 días los dedicamos a disfrutar. Los que habéis podido vivir una experiencia así, seguro que también habéis podido percibir como en estos últimos días, que el cuerpo se va apagando, yo en mi caso no me refiero a una enfermedad, ellos están mucho más cercanos, son luz, su vibración aumenta.
Para mi, haberlo vivido ha sido una experiencia excepcional.
Y llegó el día de la partida. En mi caso recurrí a la eutanasia, ese día no tenía ella muchas ganas de comer. Así que preparé su saquito, metí flores dentro del saco y la dejé descansar. Se despidió de su hermano, literalmente su hermano se puso frente a ella y le puso su patita sobre la de ella, y ahí entendí que ella había hecho todo ya.
La llevé al veterinario a eutanasiar ¿podía haber esperado? Si, pero yo sé internamente que a Kokeshi se le hacía durísimo partir. Por como era ella, por el vínculo con su hermano, por el vínculo conmigo…Y esta ha sido una de las decisiones más duras de mi vida, si cerrar, o dejar que se cerrara. Yo decidí cerrar, y no estuve convencida hasta que lo hice, pero una vez que lo hice, me alegré de haber tomado la decisión.
Pusimos música, hice una visualización que tenía preparada especial para ella y partió. Y mi último gesto con ella nates de salir de la sala fue taparla con su saquito como cuando se iba a dormir.
La muerte de nuestros tesoros pone delante nuestro no sólo su ausencia sino la forma en la que hacemos nuestra vida. A partir de ese momento ya no hay nada más que hacer, por eso, una de las claves para gestionar mejor la muerte es vivir intensamente. Esta ha sido una de las claves para mí. Que realmente he disfrutado tanto de Klaudio como de Kokeshi y eso me ha permitido que su partida fuera un cierre en el que he sentido que el trabajo estaba hecho, que estaba completo.
Primero el veterinario, a los 5 min de tapar a kokeshi en su saquito, el veterinario:
Klaudio también es muy mayor, ahora un cachorrito!
Menos mal, que toda mi capacidad es la de adelantarme y ya llevaba yo una semana dándole vueltas a que quería escribir y hacer el podcast sobre el proceso de Kokeshi y mi duelo, y que eso suponía sentir y gestionar el vacío antes de tener otro perro. Y además que a mi no me gustan los cachorros, que a Klaudio y a Kokeshi los adopté adultos.
En algún momento de mi vida, hace ya muchos años y no sé si de forma consciente o inconsciente, decidí construir mi familia con ellos. Y seguro que muchos de los que me escucháis habéis hecho lo mismo. Esta es la familia que yo he construido, yo y mis dos tesoros. Podía haber construido mi familia junto a una pareja, u otro tipo de familia. Pero elegí construirla junto a mis pequeños. Al fallecer Kokeshi, toda esa estructura cambia, y después de 12 años 24/7 con ellos, es un cambio fuerte. Pues hubo gente que cuando les escribí para decirles que Kokeshi había fallecido, su respuesta fue un emoticono.
En este proceso de duelo, que para mi ha sido un proceso de aprendizaje en muchos aspectos, le he dado muchas vueltas, a lo diferente que hubiera sido la reacción de esta gente, si en lugar de dos perros, yo hubiera elegido construir otro tipo de familia. No se puede comparar, pero al final es construir una familia y esa estructura se desmorona. Podía por ejemplo haber elegido construir, o ni tan siquiera construir, sino simplemente compartir parte de mi vida con un novio. En este caso mucha gente hubiera tenido una reacción muy diferente. Pero mi sensación, mi percepción por parte de ellos hubiera sido igualmente de frialdad. Aunque su reacción hubiera sido diferente si no hubiera sido familia perruna, tampoco me hubiera sentido acompañada y arropada. ¿Por qué? Porque cuando ha muerto Kokeshi, estas personas no se han planteado lo que para mi suponía realmente, que era parte de lo que yo había construído. Pero si hubiera fallecido mi pareja, tampoco se hubieran planteado lo que para mí suponía realmente esa pareja. Simplemente reaccionarían a su propio dolor, a la posibilidad de perder algo que para ellos si es conocido. En ningún caso es gente por la que me vaya a sentir acompañada, porque no van a ver más allá que lo suyo propio. Es gente que actúa y funciona en función de lo que «algo similar supondría para ellos» Y perro no les resulta familiar pero novio si.
Esta ha sido mi conclusión, porque es algo con lo que muchos de los que tenemos familia animal, cuando fallecen tenemos que además enfrentar, el «es solo un perro». Mi conclusión es que realmente no es que sea un perro, es que simplemente no saben posicionarse en lo que «algo» puede suponer para otra persona. Y en cualquier caso, no me sentiría arropada por ellos porque solo reaccionan a lo que «algo similar supondría para ellos».
Otro aprendizaje que he hecho: Las personas que pensaban que por el vínculo tan fuerte que yo tenía con Klaudio y con Kokeshi, el fallecimiento de cualquiera de ellos iba a suponer que yo me iba a derrumbar.
La verdad es que yo misma esperaba llevarlo peor, pero ya cuento en el libro que ha habido muchas cosas en este proceso que yo esperaba llevarlas peor y que creía que me iban a costar mucho y realmente hacerlo ha ido mucho más fluido.
Incluso ha habido momentos en los que me he planeado si no sería que no estaba pasando el duelo realmente, porque lo estaba llevando bien.
Si hubiera necesitado ayuda médica, tenía claro que la hubiera pedido. Y esto es algo que he dicho siempre, y que lo hubiera hecho. Pero la realidad es que Kokeshi me lo ha puesto muy fácil. Ya veremos Klaudio cuando llegue el momento, pero con Kokeshi todo ha ido encajando.
Todo esto viene porque estaba explicando que había mucha gente que pensaba que me iba a derrumbar, incluso yo lo pensaba. Y no ha sido así. Yo con ellos he construído una familia, una estructura, y ahora la estructura digamos que cojea, más bien cae. Pero yo no había tenido en cuenta que mientras yo iba construyendo esta estructura con ellos, yo misma me iba construyendo como persona y como ser. Y a la vez, ellos se iban construyendo. Mi etapa junto a ellos me ha hecho crecer, me ha hecho fuerte, me ha hecho seguir adelante, me ha hecho disfrutar… Y me he dado cuenta que las piezas de esta estructura encajaban o engranaban tan bien, que nos nutríamos de ella y los tres nos hemos realizado como seres, aportando y recibiendo, en las relaciones entre nosotros, pero también de la estructura. Y la estructura se ha caído, pero no yo. Porque incluso esta caida o catarsis, me ha construído más y me ha afianzado. Esto no quiere decir que no haya momentos de tristeza.
Cuando hay otro perro: Cómo lo ha llevado Klaudio. El primer día muy triste y la buscaba. Pero yo creo que el primer día no se había ido. Pero a partir del segundo día mucho mejor.
He hablado mucho con el, ya he dicho que el era consciente de la partida de Kokeshi, que se despidió y estuvo presente en la eutanasia. Y el ritual funeral que le hicimos a Kokeshi por supuesto que estaba.
Hemos mantenido una rutina similar, y hemos añadido algunas modificaciones de cosas que antes (con 2 perros ancianos me costaba más hacer) por ejemplo, yo los dejaba en casa y me iba a la compra. Ahora me voy con el y su «autocaravana» a hacer la compra. Antes parte del trayecto al monte lo hacíamos en coche (3km), ahora vamos desde casa con su autocaravana. La autocaravana se la he customizado especial para el, antes usabamos más otro carrito.
Si que le miro con las cartas cómo está, y le marca bien, le marca que la unión que tenían Kokeshi y el era muy fuerte, y que todavía está en proceso de adaptarse a la nueva situación, pero que lo está viviendo bien.
La vida no tiene sentido sin mi tesoro: Construir una familia y en paralelo, esa familia que construimos con ellos nos va construyendo. A mi ellos me han ayudado a construirme como persona y como ser. Es cierto que les vemos como un estímulo, que nos motivan a mil cosas, a seguir adelante. Pero realmente, lo que hacen es despertar algo que hay en nosotros, y ayudarnos a que lo saquemos afuera y lo plasmemos en nuestra vida. Ese es su gran regalo, partes de nosotros que no sabemos que existen, y ellos mueven el hilo correcto para que pongamos en marcha esa faceta. Y cual es la mejor forma de agradecer un regalo? Utilizarlo. A que si le regalas una camiseta a alguien y ves que se la pone un montón porque le encanta te sientes genial? Pues su mayor regalo fue descubrirte lo divertida que es la vida, que hay que vivir el momento, la fuerza que tienes…su mayor regalo fue elegirte, por lo que tenías dentro y que ni tu sabías que existía. Kokeshi me enseñó mi capacidad para cuidar, ser cálida y dulce. Mi fortaleza para continuar pese a todo y que era posible levantarme con una sonrisa. Y ahora no puedo hacerlo por ella, pero sé que puedo hacerlo gracias a ella.